Bernal y Mabe protagonizan una serie de aventuras descarnadas. jóvenes colegiales, que en su búsqueda existencial se involucran con drogas, sexo y violencia, en un mundo que a la vez los expone a la pedofilia, el narcotráfico y la manipulación por parte de personajes funestos. El lenguaje, la jerga adolescente de hoy, forma parte integral de esta novela, radiografía despiadada de una doble moral.